COAHUAYANA, Mich., 28 de diciembre de 2023.- En opinión de ong’s no gubernamentales, asociaciones civiles y especialistas en el tema educativo, en Michoacán las demarcaciones municipales de Aquila y Coahuayana son considerados focos rojos en analfabetismo y rezago educativo junto con otros ochos municipios michoacanos.
De acuerdo a cifras oficiales, en Michoacán hay 240 mil personas con analfabetismo y un millón y medio de michoacanos no terminaron su educación del nivel básico.
En México, se considera que están en situación de rezago educativo los hombres y las mujeres que al cumplir los 15 años no tengan terminados los niveles escolares de primaria y secundaria que componen lo que se llama educación básica.
Aquila, Coahuayana, Nahuatzen, Tzitzio, Carácuaro, Nocupétaro, San Lucas, Aporo, Susupuato y Juárez son los municipios donde la incidencia del analfabetismo y rezago educativo impactan más y afectan el sano desarrollo de la niñez y juventud de esas demarcaciones municipales.
A nivel México, la prueba PISA de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico presentó su última evaluación en la que dos de cada tres estudiantes de 15 años no lograron realizar operaciones matemáticas, uno de cada dos no comprendió lo que leyó y uno de cada dos se ubica en el nivel más bajo de competencia en ciencias básicas.
En Michoacán, especialmente en la costa sierra/nahua el rezago educativo profundo inició en la época en que el profesor Raúl Morón encabezó el sindicato magisterial michoacano, y con el pretexto de luchar por los derechos de los maestros durante varios ciclos educativos pararon por meses las clases en las escuelas, originando primero deserción escolar, retroceso en el aprendizaje y analfabetismo, y después, varias generaciones de niños y jóvenes sin valores ni preparación para crecer en la vida, los que terminaron en la delincuencia organizada que desde entonces entró en auge.
Ong’s, asociaciones civiles y especialistas consideran que urgen políticas públicas para mejorar la educación entre las que se considera indispensable que haya capacitaciones continuas y actualizadas a los profesores, que sean medibles y evaluadas para asegurar la calidad del sistema educativo.