Este sábado en la ciudad de Colima, falleció víctima de dengue hemorrágico una mujer indígena de la Costa de Aquila, en un hecho mucho muy lamentable que pudo haberse evitado, y que, si no se hace nada por fincar responsabilidades, quedará como una estadística más de una muerte de una persona humilde.
Ella era Yolanda, originaria de Santa María Ostula de donde como muchas otras mujeres insumisas de este pueblo nahua, siendo muy joven salió a Colima en busca de su derecho natural a ser alguien, a estudiar, a trabajar, a crecer como persona, a empoderarse como mujer, a ser feliz… y casi lo logró…
Yola era una mujer luchadora y valiosa como muchas mujeres indígenas nahuas que a su llegada a un lugar desconocido, a una cultura diferente, y casi sin ningún apoyo, sufrió mucho para alcanzar sus objetivos, y en el trayecto se consagró como mamá de hoy dos huerfanitos, una adolescente de recién cumplidos 15 años y un niño de 5 añitos, lo que la obligó a trabajar con esmero para salir adelante, y así consiguió un empleo que le permitió hacerse de una casita en una colonia nueva de Villa de Álvarez y estar asegurada en el IMSS.
El caso es que Yola empezó a sentirse mal, el miércoles anterior no queriendo perder su empleo en Yazaki, acudió a trabajar y se presentó a la enfermería donde le dijeron que solo tenía temperatura alta, le dieron una pastilla y la enviaron a laborar saliendo la jornada a duras penas, y ante la insistencia de que se sentía mal, le autorizaron un día de vacaciones para que se repusiera. El viernes, con el mismo miedo de ser despedida si no se presentaba, fue a trabajar y otra vez acudió a la enfermería donde le dijeron que no tenía nada y la enviaron a su puesto de trabajo.
Al salir de Yazaki, Yola se fue al IMSS, a urgencias, donde por estar saturados la atendieron hasta la una de la mañana del sábado, cuando ya era tarde, cuando ya poco se podía hacer por ella… y al atardecer falleció víctima más que del dengue, de una injusticia social que apesta, de las malas prácticas de una empresa explotadora de los trabajadores, de un sistema de salud de mentiritas…
Yola fue sepultada este domingo en Colima, y es que, de acuerdo a la costumbre, las mujeres que salen de su comunidad y no pagan contribución dejan de pertenecer a ésta, y no tienen derecho a reposar el sueño eterno en tierra de sus ancestros… otra injusticia más…
La muerte de mi amiga Yola duele, no puede quedar impune, la Secretaría de Trabajo debe investigar y castigar a los irresponsables encargados de la enfermería de Yazaki y revisar que las políticas de la misma empresa que sean a favor de la salud de los trabajadores; la Secretaria de Salud debe ver que el dengue no esté extendido entre los compañeros de Yola en Yazaki; la Secretaría de la Mujer y las organizaciones de mujeres deben exigir además de los beneficios que por ley les corresponden, apoyo a los dos menores de edad huérfanos de Yola con pensiones, con becas hasta que terminen una carrera profesional; el IMSS y el sector Salud deben de revisar sus protocolos de urgencias, aumentar sus capacidades de atención a enfermos apremiantes, y adiestrar a su personal para que los enfermos no se les mueran cuando van a pedir ayuda para vivir… no para morir.
Al padre que dio la misa de difunto en el templo de Guadalajarita, que Dios lo bendiga y le ilumine para que deje de decir sandeces que no ayudan a que la gente se proteja de los mosquitos trasmisores del dengue y otras enfermedades más.
A Yola, a mi amiga, gracias por tu amistad, tu alma fue elegida por Dios nuestro señor para acompañarlo en el cielo, junto con Elvira, Mesli y Fátima acompañaremos a Citlalli y Ramiro… Descansa en paz querida amiga, misión cumplida.