Enfrenta cabildo a presidente por permanencia de tesorero de Coahuayana
Un hecho inédito en la vida institucional de Coahuayana ocurrió este miércoles uno de noviembre en la sede de la alcaldía, donde se materializó el enfrentamiento que vienen sosteniendo desde hace tiempo algunos integrantes del cabildo y el presidente municipal Gildardo Ruíz Velázquez (Gil Ruíz), cuando algunos regidores acompañados por un grupo de no más 10 personas entraron violentamente al despacho del Tesorero del ayuntamiento para desalojarlo y desconocerlo.
Los inconformes argumentaban que era un acuerdo de cabildo la destitución del tesorero Ambrosio López, y al oponerse el aludido expresando que el alcalde Gil Ruíz le dio instrucciones de permanecer en su encargo, los regidores llamaron a la policía para que lo sacara de su oficina y lo detuviera, lo que finalmente sucedió al llevarse al funcionario a la Dirección de Seguridad Pública municipal, donde estuvo retenido por aproximadamente 30 minutos.
Enterado de lo sucedido, el presidente municipal Gildardo Ruíz Velázquez dio todo su respaldo al Tesorero municipal, y condenó la actitud de los regidores “que no abona a la paz y tranquilidad de Coahuayana”.
En los contextos de estos bochornosos hechos, el 25 de octubre en sesión de cabildo los regidores acordaron pedir al presidente municipal la remoción del Tesorero municipal, y en respaldo a su solicitud presentaron las firmas de la mayoría de los directores del ayuntamiento, pero el alcalde en uso de su derecho no accedió a tal petición por considerar infundadas las acusaciones en contra de su colaborador en el que tiene toda la confianza.
Asimismo, el 26 de octubre el mismo cabildo autorizó al Tesorero municipal a entregar la cuenta pública a la Auditoría Superior, creándose una presunta controversia legal, por lo que el funcionario en cuestión interpuso un recurso en el Tribunal Administrativo.
Así las cosas, en el análisis de lo sucedido, hoy por hoy la realidad es la de que independientemente de la veracidad de sus acusaciones en contra del Tesorero, los regidores protagonistas de los hechos violentos del miércoles cometieron delitos y faltas administrativas graves que pueden ser sancionadas legalmente, y eso depende de que el presidente municipal lo decida, pero sobre todo el ofendido.
Otra realidad es también la de que a los funcionarios firmantes de la petición de destituir al Tesorero se les olvidó que son colaboradores del alcalde Gildardo Ruíz Velázquez, quien en uso de sus facultades los nombró como personas de su confianza para que le ayudarán a atender a los coahuayanenses, y no para crearle problemas internos en la administración municipal como ha sucedido.
Con lo acontecido los funcionarios que firmaron en apoyo a la petición de los regidores de destituir al Tesorero, demuestran que no quieren hacer equipo con el presidente Gil que les dio los cargos que ostentan, así como el que su nivel de lealtad, integridad y confianza a la primera autoridad de Coahuayana es cero, lo que bien vale su despido por…
En el municipio de Coahuayana es bien reconocido que el presidente municipal Gil Ruíz “se mata”, se desvive queriendo servir a la gente y queriendo cumplir a los coahuayanenses que votaron por ÉL en las pasadas elecciones.
De la misma manera es bien sabido que con contadas excepciones la mayor parte de “su equipo” no funciona, no entendieron ni entenderán que la mística del alcalde Gil es la de que todos en el ayuntamiento sean servidores públicos 24×7, no funcionarios burócratas con el único interés de cobrar su quincena.
Por supuesto que no escapa al análisis de que en lo sucedido también hay mucho de política barata, de quienes desde ya hace rato desde el interior de la administración municipal intentan descarrilar el proyecto del alcalde Gil Ruíz de ser otra vez candidato para reelegirse, en lo que los opositores al presidente no entienden que no depende de ellos, sino de los votantes y no más.
Como colofón, hay que decir que dejando al Tesorero su defensa que legalmente ya inició con el recurso presentado en el Tribunal Administrativo, el presidente Gil Ruíz no merece esto que sucedió, Coahuayana no merece que algunos regidores en estos tiempos socialmente difíciles, pongan en riesgo la estabilidad y gobernabilidad del municipio por caprichos de aquí mandamos nosotros y de intereses a todas luces políticos.
Hay caminos legales para todo, la legalidad debe ser la ruta, el cabildo en pleno protestó cumplir y hacer cumplir la Constitución de México y de Michoacán, y las leyes y reglamentos que de ahí emanan, y si no, que el pueblo se los demande. Es el momento de cumplir.