La aprobación de la Reforma al Poder Judicial
En la semana que concluye, la aprobación de la Reforma al Poder Judicial mexicano ha sido tema de conversación en la vida pública de nuestro querido México, y ante esta circunstancia, considerando que todos debemos ser entes activos en las tramas de interés nacional, en el pleno uso de nuestra libertad de expresión, compartimos con los estimados lectores nuestra opinión al respecto:
El pasado 2 de junio, a través de su voto en las urnas el pueblo decidió de manera apabullante apoyar la propuesta de realizar cambios a la Constitución de México, dando la mayoría calificada en la Cámara de diputados federales y la mayoría relativa en la Cámara de Senadores, donde dos senadores sin partido y un senador libre de dogmas se sumaron a votar a favor de los cambios profundos que son necesarios para recuperar el espíritu de la Carta Magna, que en el texto original tenía como objetivo la justicia social para todos los mexicanos, y no el beneficio de unos cuantos grupos económicos y de poder.
Los diputados federales y senadores que aprobaron la reforma al Poder Judicial solo cumplieron con el mandato del pueblo expresado en las urnas, cumpliéndose así el principio democrático universal: el pueblo manda, el gobierno obedece.
Si es buena o no es buena la reforma aprobada, es cuestión de enfoques, pero lo básico es que es un asunto de mexicanos, los que desde mi punto de vista, somos más grandes que nuestros problemas y así lo ha demostrado la historia una y otra vez.
Esta es la opinión de este obispo escribiente, y por supuesto, respeto la de todos los amigos lectores…