Por Alejandro Reyna
La conformación del Frente Amplio por México que pretende ser el contrapeso de Morena de cara a la presidencial en 2024 y que está conformado por PRI, PAN y PRD, más allá de figurar como una alternativa viable y atractiva para el electorado, se esmera por ser una pasarela de personajes anacrónicos en toda la extensión de la palabra, y que desde hace mucho dejaron de estar en el ánimo de los mexicanos, omitiré nombres para que ninguno se sienta aludido o excluido pero de manera general cuentan con el rechazo de las mayorías.
Y es que la esencia ideológica de cada uno de esos partidos los hace naturalmente opuestos, incompatibles, y por tanto, inconscientes que en la búsqueda de su candidato se empecinan en poner en práctica todas las acciones que hoy los tienen fuera del poder y de las preferencias electorales, construyendo sobre una base por demás débil el proyecto que abandere al frente amplio. No se han dado cuenta que se les acabaron las vidas, se aferran a levantarse de la maquinita y que ya no traen fichas para echarle…