MORELIA, Mich., 5 de julio de 2024.- Con relación a la explosión registrada el pasado miércoles en el templo de la San José Obrero, de Coahuayana, la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) dio inicio a Carpeta de Investigación y emprendió actos diversos en materia pericial de los que se desprende que no fue producto de una conducta dolosa, es decir, intencional.
De acuerdo a un comunicado, pese a que la explosión fue circunstancial y no a propósito o dolosa, por si las dudas la Fiscalía impuso medidas de protección al párroco de San José Obrero.
Además, se informa que derivado del estudio efectuado por los expertos en incendios, se determinó que la explosión se originó por el mal manejo de productos pirotécnicos que, al estar almacenados en un espacio cubierto por láminas metálicas y sin la ventilación adecuada, lo que pudo ocasionar fricción entre los artefactos, generó la explosión que provocó daños al inmueble y objetos diversos.
De igual forma, en apego al protocolo, el agente del Ministerio Público estableció contacto con el párroco Ángel Teodoro, quien no se encontraba en el lugar de los hechos, y recabó la entrevista respectiva.
Y finaliza el comunicado señalando, que no obstante que por los indicios recabados hasta el momento se advierte que la explosión no fue producto de una conducta dolosa, la Fiscalía impuso medidas de protección al representante eclesiástico.